Let the right one in (Låt den rätte komma in)

Los largometrajes sobre vampiros han caído en un cliché de sí mismas desde hace décadas, la realidad está en que muy pocas han re-estructurado el género ó agregado algún elemento nuevo e interesante. Hasta que vi esta cinta.
Es la mejor película de vampiros que he visto en años, simplemente me encantó, es delicada, tierna pero aterradora. La historia es intrigante, un niño de 12 años, Oskar, conoce a esta misteriosa pequeña, Eli, se hacen amigos y en ellos va creciendo algo más que amistad. La chica es una nosferatu, muy consciente de su condición y con gran sabiduría debido a sus muchos años a pesar de su apariencia, sabe lo que quiere del pequeño en todo aspecto, y todo es todo.
No es nada inocente y la historia dentro de la historia es grandiosa, nos hace sacar miles de conclusiones sobre los posibles orígenes de esta chica, y de cómo seduce, cómo vive y de cómo mira el mundo. La historia es embriagante en sus detalles, pues por un lado es cándida vista desde los ojos del pequeño y por el otro, digamos, que es compleja por el lado de la chica.
Los efectos visuales son ínfimos pero acertados, dato magistral que me impacto por parte del director, esto, si se aclara el bajo costo de la producción y su humilde origen Suizo.
La recomiendo para ver, con un justo pero adecuado balance entre drama, terror, misterio y sangre. La escena más aterradora es la de la piscina, esa escena pasará a la historia como una de las más escalofriantes de la historia del cine.
Le pongo 1 Chompipe, es genial, y la actuación de la joven Lina Leandersson como Eli, dará mucho que hablar y aportar a este género, además, como actriz tiene gran futuro. Confieso que es la segunda mejor película de vampiros que he visto en toda mi vida. ¡¡Véanla!!