viernes, 9 de octubre de 2009

Terror en la Antártida (Whiteout)

Lo único bueno de esta cinta es la hermosa presencia de Kate Beckinsale quien es una estampita más que un aporte histriónico de peso. Y solo en la escena inicial sale ligerita de ropa, el resto, la veremos cubierta de pies a cabeza, nada sexy.
Se promueve esta producción como si fuera de terror pero no pasa de ser un simple y mal logrado policiaco con unas gotas insípidas de suspenso y abstemia de algún otro elemento significativo. La historia es demasiado predecible como estúpida, a los diez minutos de iniciada sabemos quién es el chico malo.
Me dejó con un sin sabor en la boca y con un sentimiento de que alguien me vio la cara de tonto, la ineficiencia argumental es comparable a un pintor sin lienzo y paleta de colores: no sirve para nada.
El mayor problema de todos es el mismo componente con el que desean sostener la trama, y es la ubicación, el ambiente como personaje pierde solides ante los acontecimientos, le dan un valor elevado a los elementos de la naturaleza en detrimento de la salvedad de la historia lo que produce el efecto inodoro, es decir, todo se va por el desagüe.
Las actuaciones no ayudan para nada, van de perdidamente malas a extremadamente paupérrimas, sin dramatismo de ningún tipo.
Los efectos visuales están aceptables, me agradó las tomas paisajistas bien ubicadas, los movimientos de cámara son precisos al igual que todo lo relacionado con la fotografía.
En general, no es una cinta para ver en cine, es perder el dinero, más digerible puede ser verla en casa donde se tiene la posibilidad de cambiar de canal.
Le pongo 4 Chompipes. Bien Malita.

Terror en la Antártida (Whiteout)SocialTwist Tell-a-Friend

2 comentarios:

wílliam venegas segura dijo...

Cine congelado Actriz le da calorcito
Wílliam Venegas | wvenegas@nacion.com
Con un título absolutamente tramposo nos llega la película Terror en la Antártida (2009), con dirección de Dominic Sena, apenas funcional durante la mayor parte del metraje. Decimos que su título es fullero o engañoso porque la cinta de terror tiene lo que yo de galán: ¡nada!

En realidad se trata de un policial, y de un policial malo. Su trama parece metida con calzador y el filme pretende que uno se la trague sin ponerle lógica siquiera.
Un avión se estrella en la Antártida. Es un avión ruso, porque el guion chupa de lugares comunes. Los rusos son borrachos y disparan a lo loco, ¿qué creían?

Como 50 años después se arma una “matasinga” que uno ni entiende, excepto que el avión hundido en la nieve algo tiene que ver.

Resulta que la gente se mata por cosas que podrían resolverse aquí entre nosotros. Es cuando llegan los detectives a resolver la cuadratura del círculo o el laberinto del minotauro.

Vamos a ver peleas tontas en medio de tormentas de nieve, donde uno nunca vislumbra quién pelea con quién, bien filmadas en cuanto al ojo de la cámara, pésimas para el ojo del espectador, y –después de peripecias más tontas aún– sin ninguna astucia policial todo se resuelve con un forzado as de la manga, por medio de un personaje mal llevado por el actor Tom Skerrit.

Entre el frío de la Antártida, este largometraje tiene un relato congelado y una narración que se esfuerza por ponerle sirope rojo al hielo y vender granizados.

El único calorcito del filme es la belleza de la actriz Kate Beckinsale, aquí sin los colmillos histriónicos de otras películas con ella, pero se le agradece al director de fotografía todo el esmero puesto para darnos planos seductores de esta actriz inglesa.

A la cinta se le pega el frío antártico y resulta del todo incongruente con su trama, con pistas más falsas que las de las encuestadoras en Costa Rica y sin ninguna razón para que yo les recomiende este filme, que más parece para el mercado del video casero.

Anónimo dijo...

vaya mierda de critica...no eres objetibo, que es eso que has hecho??