Cinta que como documento histórico genera suficientes dudas para no pasarlas desapercibidas, mas, lo que se quiere señalar es el desarrollo de la mitología generada alrededor del guerrillero Ernesto ¨Che¨ Guevara.
Steven Soderbergh utiliza diversas técnicas cinematográficas para plasmar ese clima político asfixiante gestor de cambios sociales, una ambientación referente al momento que produjeron el nacimiento de esta efigie: cámara en mano (firma indiscutible de Soderbergh), 16 milímetros, tomas en blanco y negro, televisión, falso documental y voz en off, son parte del arsenal para mantener al espectador como acompañante del Che en su recorrido.
La fotografía es parte del lenguaje en prosa, semejante a una melodía que le da textura a toda esta producción, se nota el amor por parte del director, dando vida a una obra amena, fuerte e impactante en su mensaje.
Algo digno de notar es el cuidado con que se introducen los personajes, como se señalan los nombres, esto es importante pues cada calificativo no es al azar, esta ligado a la tradición y al papel que jugaron en la historia latinoamericana. El abanderamiento de los mismos es impresindible para la línea conductual de lo que se narra.
Benicio Del Toro como El Che retrata a un ser humano apasionado, fuerte, leal y decidido, es más una pintura velada a manera de fábula mesiánica donde todo alrededor del héroe lo eleva un paso más allá de lo que es la persona promedio, es casi una creación de Josep Cambell. El Che de Soderbergh es en sí un icono semi religioso, impregnado de un aura de fuerza constructiva, el espectador se encariña con él, no por su ideal sino por las proezas que tiene que sobrellevar para conseguir un sueño que está por encima de él mismo, un constructo que incluso El Che no puede comprender pero que ve necesario para la sociedad. Un visionario.
La cinta se consume con la velocidad de la pólvora y su metraje no se siente, la sensación por conocer más de este hombre, con tintes de cualquier heroe griego, no es de extrañarse pues el propio carisma del Che y su leyenda han trascendido hasta nuestros días, El Che es historia hecha mito.
La crítica más fuerte que le puedo hacer a esta producción es la propia imagen sobrevalorada de El Che, quien, está esculpido como si fuera un mesías moderno señalando solo sus puntos buenos, pero, si la cinta se ve como lo que es, una ficción que trata de brindar un homenaje a toda la fábula representativa de Guevara es una obra que es obligatoria tener en casa.
Le pongo 0 Chompipes, simplemente me fascinó y ya la puse en mi lista de películas por comprar. Un detalle interesante para señalar es que el español de Benicio del Toro no es muy bueno, por lo que las tomas directas al rostro del actor son pocas, la mayoría se realizan de espaldas o por debajo del rostro. Algunas escenas fueron retocadas en post producción para que no se notaran los errores del lenguaje. Aun así, la actuación de Del Toro es apabullante. A esperar la segunda parte. Che: Guerrilla.
Steven Soderbergh utiliza diversas técnicas cinematográficas para plasmar ese clima político asfixiante gestor de cambios sociales, una ambientación referente al momento que produjeron el nacimiento de esta efigie: cámara en mano (firma indiscutible de Soderbergh), 16 milímetros, tomas en blanco y negro, televisión, falso documental y voz en off, son parte del arsenal para mantener al espectador como acompañante del Che en su recorrido.
La fotografía es parte del lenguaje en prosa, semejante a una melodía que le da textura a toda esta producción, se nota el amor por parte del director, dando vida a una obra amena, fuerte e impactante en su mensaje.
Algo digno de notar es el cuidado con que se introducen los personajes, como se señalan los nombres, esto es importante pues cada calificativo no es al azar, esta ligado a la tradición y al papel que jugaron en la historia latinoamericana. El abanderamiento de los mismos es impresindible para la línea conductual de lo que se narra.
Benicio Del Toro como El Che retrata a un ser humano apasionado, fuerte, leal y decidido, es más una pintura velada a manera de fábula mesiánica donde todo alrededor del héroe lo eleva un paso más allá de lo que es la persona promedio, es casi una creación de Josep Cambell. El Che de Soderbergh es en sí un icono semi religioso, impregnado de un aura de fuerza constructiva, el espectador se encariña con él, no por su ideal sino por las proezas que tiene que sobrellevar para conseguir un sueño que está por encima de él mismo, un constructo que incluso El Che no puede comprender pero que ve necesario para la sociedad. Un visionario.
La cinta se consume con la velocidad de la pólvora y su metraje no se siente, la sensación por conocer más de este hombre, con tintes de cualquier heroe griego, no es de extrañarse pues el propio carisma del Che y su leyenda han trascendido hasta nuestros días, El Che es historia hecha mito.
La crítica más fuerte que le puedo hacer a esta producción es la propia imagen sobrevalorada de El Che, quien, está esculpido como si fuera un mesías moderno señalando solo sus puntos buenos, pero, si la cinta se ve como lo que es, una ficción que trata de brindar un homenaje a toda la fábula representativa de Guevara es una obra que es obligatoria tener en casa.
Le pongo 0 Chompipes, simplemente me fascinó y ya la puse en mi lista de películas por comprar. Un detalle interesante para señalar es que el español de Benicio del Toro no es muy bueno, por lo que las tomas directas al rostro del actor son pocas, la mayoría se realizan de espaldas o por debajo del rostro. Algunas escenas fueron retocadas en post producción para que no se notaran los errores del lenguaje. Aun así, la actuación de Del Toro es apabullante. A esperar la segunda parte. Che: Guerrilla.
4 comentarios:
Sin animos de entrar en una discusion ideologica o politica, pero a este tipo de pelis hechas por gente de izquierda de EEUU sobre figuras tambien de izquierda siempre me traen mucha desconfianza...
Temo que se lo pinte al Che como a un heroe, que sea demasiado PRO, demasiado blanca, demasiado; "Oh, miren que heroico tipo que peleo contra los diabolicos norteamericanos"...
¿Alguien me puede confirmar si es así?
Che: El argentino
Se le dice “biopic”
Cine vitalista y sabio
Uno de los blogs que más me gusta leer, sobre cine, es el del escritor costarricense Antonio Chamu, con sus extrañas calificaciones. Pues bien, a la película Che: El argentino (2008), Chamu no solo le da la mejor calificación, sino que señala algo importante: cuando salga al mercado legal del video, uno debe comprarse esta cinta y tenerla.
Con su reconocido talento como director y con el buen guion de Peter Buchman, Steven Soderbergh enseña cómo debe plantearse en pantalla una muy buena película de corte biográfico: es lo que se llama en cine un “biopic”. Es cine que no solo recrea la vida de un sujeto, sino todas las relaciones humanas, sociales y de época en las cuales se manifiesta la conducta del personaje biografiado. A eso, en literatura, se le llama subjetivismo romántico.
Con buen ritmo o “tempo”, mejor orfebrería y envidiable manejo del lenguaje cinematográfico, el director Soderbergh plantea muy bien el núcleo argumental sobre el cual girará toda la composición visual del largometraje (recordemos que esta es la primera parte de un díptico; en quince días se estrena la segunda parte). Desde ahí, es extraordinaria la definición de los personajes, el planteamiento de las situaciones y el desarrollo de los diálogos.
La figura del médico y revolucionario Ernesto (Che) Guevara se muestra desde una actitud vitalista, o sea, por la acción de sus propias fuerzas vitales, sea cuando está en la montaña o cuando es ministro del gobierno revolucionario de entonces, para lo cual el filme asume dos rostros distintos en sus expresiones visuales, incluso a manera de un falso documental.
El actor Benicio del Toro (inconmensurable) se compenetra con su personaje y le da fuerza dramática a este “biopic”. Buena actuación la de Santiago Cabrera en el papel de Camilo Cienfuegos y no tanto Demián Bichir como Fidel Castro. En fin, estamos ante una cinta que arriesga sin caer en el autoconsumo y sin dejar que lo ideológico la afecte. Solo podemos pedir que la vean, no importa la imagen que cada quien tenga de Ernesto Guevara.
A Fabricio:
Así es la peli.
También así es la realidad.
También el che es un héroe
También el imperio es diabólico (sirva este signo como valoración).
Hasta a Chávez le llegó el olor a azufre en las Naciones Unidas.
Ajá, bueno, evidentemente tenes una vision demaciado parcializada y romantica de ese personaje historico.
En fin, el cine no deberia ser un instrumento de proselitismo politico y de mitificacion.
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