viernes, 22 de mayo de 2009

Una noche en el museo 2 (Night at the Museum 2)

Debo felicitar públicamente al director, supongo que fue en el siglo pasado, que se le ocurrió la idea de hacer secuelas, pues aunque existan algunas que son realmente buenas, en términos generales son solo pequeñas máquinas para generar dinero por asociación, por lo general deplorables y menos entretenidas que la versión inicial.
Y esta secuela no es la excepción, no hablaré de las pésimas actuaciones, ni de lo malo del guión, no mencionaré el paupérrimo montaje, menos de las ridículas salidas argumentales y obviaré que no me pareció para nada cómica.
Mencionare únicamente lo que realmente no me gustó, los diálogos tipo “Cantinflas” usados para matar el tiempo de metraje, es innegables la improvisación de los mismos pero que solo hacían que se alargara aun más el tormento de ver esta cinta tan mediocre.
Puede que en familia se disfrute, pues es para un público imberbe y con imaginación limitada.
Los puntos a favor son los efectos visuales, ¡y gracias que los tiene!, y la hermosa presencia de Amy Adams quien por desgracia bajo algunos escalones de sus grandiosas actuaciones pasadas para caer en este bodrio, pero en defensa de ella, le echaré la culpa al argumento.
Esta cinta es un buen veneno para las neuronas o dopaje de tontos, una persona en estado de coma la disfrutara a plenitud.
Se ha ganado 4 Chompipes.

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3 comentarios:

Ka-tica dijo...

que te diré... si las segundas partes suelen ser malas, como será la 2da parte de una pelicula Innatamente MALA!
4 chompipes???
dele la media docena deunavez!
=)

wílliam venegas segura dijo...

La idea de un museo que, durante la noche, toma vida por sí solo y sus figuras arman su propia fiesta, deviene idea atractiva para cualquier relato, sobre todo si corre por las pantallas sabrosas de los cines y con buenos efectos visuales, como sucede con la película Una noche en el museo 2 (2009).
Esta fantasía extravagante de que los animales disecados y las estatuas labradas de tiempos idos se desenfrenen repentinamente tuvo su primera película en el 2006; la secuela que ahora vemos viene igualmente dirigida por Shawn Levy y con el mismo afán de divertir a los espectadores en familia.
Sin que –necesariamente– estemos comparando la calidad del primer filme con el segundo, a vuelapluma les diremos que Una noche en el museo 2 es película más entretenida, meneada y bulliciosa, gracias sobre todo a los efectos especiales (muy bien logrados).

También hay que destacar la actuación vivaz, pizpireta y convicente de Amy Adams (a quien vimos hace poco como la monja joven en el drama La duda ). Ella es muy buena actriz y conquista al ojo del espectador.
Al contrario, Ben Stiller parece haberse aburrido con su personaje y lo encarna de manera sosa durante todo el metraje, mientras defiende a sus grandes amigos del museo: los muñecos con vida nocturna. Stiller ni siquiera alcanza buenas payasadas.
La anécdota narrada es bastante plana, sin puntos de giro vivaces en su relato, es muy predecible, especie de algo ya visto, pero aún así logra que el público infantil y familiar se mantenga entretenido, lo que –en suma– pareciera ser el único objetivo de este largometraje con su galería de personajes.
Esa “filosofía” está presente en la caracterización de personajes, diseñados más para entretener que para reflexionar sobre algo, de ahí que tanto el planteamiento de las situaciones como el desarrollo de los diálogos sean más bien superficiales, aunque no necesariamente frívolos por extensión.

Una noche en el museo 2 es película modesta en sus ambiciones y sencilla en sus planteamientos. Así, lo lógico es que resulte liviana, con mirada neutra en su pretensión de contar una historia por lo que se frena a cada momento, por culpa de un guion modesto de Robert Ben Garant y Thomas Lennon y de una fotografía apenas funcional de John Schwartzman.
Eso sí, valga esta excepción ante la tónica general de la cinta: la música de Alan Silvestri es bastante sugerente y oportuna.
Una noche en el museo 2 habría ganado más si no se hubiera estirada más allá de lo razonable en su duración, por lo que se llena de tiempos muertos, aunque el filme no se muere del todo.

Pablo Vargas dijo...

Mano tengo que reconocer que por desgracia lleve a mi primo pequeño a ver esta cinta, y la unica impresion es que la pelicula es demasiado mala...una completa decepción...

Las bromas que tenían algún grado de sentido en la primera, aqui son una excusa, y eso es para el espectador es un insulto, casi imperdonable... porque ni hablar de la caricaturizacion de Capone y Atila ¿son buenos o son malos? no son idiotas... por favor... en que pensaba los de producción?

La unica manera de entrar a ver esta cinta al cine, y no salir aguevado, es dejar al cerebro cuidando el carro..

Saludos Chamu!