sábado, 21 de marzo de 2009

Gran Torino

La belleza del ayer es una nostalgia inolvidable, y por medio del nombre de un automóvil de colección “antiguo”- Gran Torino- nos remarca esa frase a un son de metáfora peculiar. Aquellos tiempos donde los valores y las costumbres eran diferentes, los hombres resolvían sus diferencias como caballeros y en última instancia con los puños, tiempos duros pero justos dirán algunos.
Esta es una grandiosa cinta de autor, perfecta en su narrativa y en lo concreto, su realización demuestra esmero y solidez. El tema es algo trillado en su fondo pero el matiz nostálgico es como un buen licor, siempre apetecible en los buenos momentos. Cine de alto contenido psicológico en su guión: la crisis de la tercera edad, los duelos inconclusos y el encarar la muerte; por otro lado las frustraciones de la vida, y la última esperanza de redención antes de partir, la última lección para regalar a un alumno amado.
Clint Eastwood demuestra su inigualable talento, podríamos decir, que el personaje es una versión vieja de Harry el Sucio, pero amargado en su personalidad hasta el nervio y sólido como roca forjadora, pero aun mejor, es una metáfora de una sociedad decadente y con elementos inconclusos, la búsqueda de el perdón de las viejas generaciones por el cómo estropearon su relación con sus hijos y como estos arruinaron a sus vástagos volviéndolos pequeños malandrines sin reglas adecuadas. Los extremos son malos, decía Buda.
Cine recomendado para todos, arte y belleza en su ejecución, un ensayo de lo que es buen cine en tiempos difíciles. Sin importar que el tema es algo trillado, su trato y delicadeza se nota, los movimientos de cámara, barridos, fotográfica, música, bien colocados, por algo este director está entre los preferidos a pesar de sus años y sus altibajos.
El final es para meditar sobre los símbolos de la vida, sobre el derecho de las nuevas generaciones en vivir en paz y sobre todo, algo que pocos han entendido, que para que exista paz se necesitan sacrificios, los cuales pocos desean tomar.
Le pongo 1 Chompipe.


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8 comentarios:

wílliam venegas segura dijo...

Chamu, buen comentario este suyo, sin duda. Felicidades, se siente cómo creces al comentar cine. Por ahí un "de el", que se escribe "del".

wílliam venegas segura dijo...

Uno tiene absoluta razón si se pregunta: ¿qué habría sido del filme Gran Torino (2008), con guion de Nick Schenk, en manos de otro director que no fuera Clint Eastwood? Luego de ver este largometraje, entendemos que sus atributos se dan gracias al rigor del maestro Eastwood; así, en su electrizante arte, en su intensa calidad, en su destreza técnica, en su narración clásica y en la fuerza de sus imágenes.
Gran Torino podría haber sido un melodrama excesivamente folletinesco o una cinta de acción con febrilidades vanas, pudo haber sido filme al estilo comercial de Disney o un dramón aburrido. Sin embargo, con el talento de Eastwood, como director y también como actor, la película se convierte en lo que el crítico Rodríguez Marchante, del diario español ABC, define así: “Una narración directa y vivísima en detalles, con momentos de una elocuencia abrumadora (…) absolutamente colosal”; así es.
Es posible que, ante este tipo de cine, ante su emoción explosiva y su calidad magistral, al crítico responsable le falten palabras para darle la categoría que se merece y para recomendarlo. Lo cierto es que Gran Torino es el filme que –por ninguna razón– debemos perdernos. Aún más, sin afán publicitario alguno, si lo vemos en una sala con más quietud, como el cine Magaly, lo asumimos más ricamente.
Así pues, es tanta la maestría expresada en Gran Torino, que nos atrevemos a decir que se trata de un filme subestimado en algunos círculos del cine artístico. Desde una anécdota menor, Clint Eastwood, en su doble condición de actor y director, se juega la piel con esta película. Con este filme, percibimos que el cine no solo se hizo para “cantar” las cosas, sino también para cambiarlas.
¿Cuál será el techo o el límite para Clint Eastwood, quien crece como director película tras película? Ojalá no lo haya; pero desde Los puentes de Madison (1995) no le sentíamos algunas emociones como las que expresa en Gran Torino. Veamos este filme para tener la certeza de que el cine de arte aún no ha muerto.

wílliam venegas segura dijo...

El cine no se hizo solo para "contar" cosas, sino también para cambiarlas; es que escribí "cantar". Perdón.

Antonio Chamu dijo...

Don William, gracias por su observación, asi es como uno aprende. La verdad es que a uno le falta mucho, entre más se avanza más lejos esta la meta.

Pablo Vargas dijo...

Yo a esta pelicula le tengo demasiada fe, desde que Eastwood se hizo director tengo que reconocer que sus peliculas me han enganchado, cada vez es mejor el material que presenta y estoy casi seguro que en esta no me va a fallar.

Buena critica Chamu, porque me dejaste más picado con la pelicula sin revelar la trama principal. Exito. La veo esta semana y la comento.

Pura vida mano. Feliz semana

PD: Mano hay un post en mi blog al que me encantaria que le echaras un ojo. "Todos tenemos una historia, ¿podrias contar la tuya en seis lineas?"

Tuanis, nos vemos.

Anónimo dijo...

A don Vargas: Si Chamu habla de sus mujeres, gasta más de 6 líneas, muchas más; si no lo hace, con una línea le basta.

Unknown dijo...

Clint Eastwood siempre logra llegarme... le imprime una sensibilidad a sus historias que hace del filme todo un viaje emocional.

En mi opinión, este es precisamente el tipo de papeles que Clint nació para interpretar: hombre temerario, cascarrabias, con un pasado que lo agobia, sin miedo a la muerte, pero con una sensibilidad que se deja ver en sus más básicas acciones.

No me parece nada trillado el tema; es un clásico.

Para terminar, la cinta me hizo querer tener un Gran Torino, ser veterano de guerra y morir con honor.

¡Muy buena tu crítica!

Saludos,

Ka-tica dijo...

al fin la vi...
y sencillamente me parecio excelente!
el final, PERFECTO!
(de ese 1% de las peliculas q tienen un final decente! para mi gusto)
pero ademas de todo lo que ud y don Gui aportan, mi percepcion es q es un diario abierto de los mas profundos anhelos y tristezas del Hombre, las masculinidad, la virilidad, la hombria, todo rodeando el tema "que no se toca", el tema sobre la sensibilidad masculina... me fascinó!
me estremeció!
La parte donde llega a confesarse con el padre... lo profundo, los dolores, lo que aqueja a esos hombres de acero (que algunos todavia hay y otros quisieran serlo!)... detalles tan minusculos, que les atormentan el sueño... en fin... una oportunidad impedible de conocer mas a fondo esa faseta que pocos se atreven a revolcar, El Sentir Masculino!