Película de sello Disney, y al igual que todas sus producciones, es conformista, lineal, llena de sensiblería barata, moralmente encausada y siempre con finales felices. No es una obra clásica ni mucho menos, tampoco es un punto fuerte en las producciones de esta Corporación, pero es agradable.
Puede decepcionar un poco dependiendo como te la hubieses imaginado o si tenias altas expectativas puede que se derrumben, la historia no aporta nada novedoso. Recordemos que esta cinta es solo de Disney, sin ayuda de Pixar, e históricamente cuando Disney hace este tipo de cine sola, no hace bien las cosas…
Las texturas y elemento hiperrealistas son los picos favorables, pero de nada sirven si la historia carece de complejidad temática. Ya es hora de exigir calidad en la historia más que en los detalles de animación, para filmar realidad, mejor grabar una película normal.
Me encantó el conejillo de Indias maniático, simplemente se robó el show.
Estoy de acuerdo con lo expresado por don William Venegas, en su comentario sobre el cine 3D, ahora sobresaltan ciertas cosas en la imagen encausando la observación visual, el espectador ya no tiene derecho a mirar lo que desee en la pantalla, solo lo que otros quieren que miremos… perdemos libertad y el derecho de mirar lo que nos venga en gana. El cine se vuelve otro objeto más de manipulación a largo plazo, para vender, no para entretener o pensar.
La cinta claramente se hizo para 3D, donde se disfrutará en su máximo esplendor, y mientras uno se queda noqueado por las imágenes que saltan y sus texturas, obvia el hecho que la historia es trillada y mil veces ya contada. Pero uno sabe a lo que va, le pagamos a Disney para que nos cuente el mismo relato una y otra y otra vez, sin importar que sean perros, juguetes, insectos o bananos quienes la interpreten.
Le pongo 3 Chompipes, está bien, esperaba algo mejor, en historia al menos, la animación es genial.
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2 comentarios:
El cine regresa a otra dimensión
Wílliam VenegasCrítico de cine
Animación. La tercera dimensión (3D) no es nueva para el cine como espectáculo o entretenimiento, aunque sigue siéndole ajena al cine como arte.
Muchos recordarán los anteojitos de cartulina con un parche azul a un lado y al otro uno rojo. Las figuras saltaban, como ahora, afuera de la pantalla para sobresalto de los espectadores. La nueva 3D, que llega con la película Bolt es digital, un sofisticado programa tecnológico, acorde con el signo de los tiempos, y su resultado es notoriamente más pulido. Amén, los anteojos son de plástico y oscuros, por lo que nos hacen sentir como veraneantes en las sombras.
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Es cierto, luego de ver Bolt , de los estudios Disney, cuyos artistas gustan de las dificultades, uno entiende que el cine de animación ha adquirido un nuevo perfil con una tercera dimensión que –esta vez– parece llegar para quedarse.
Como dijo la gran actriz Gloria Swanson: “El cine ya no es lo que era”; ahora se afana por el entretenimiento y, como parque de diversiones, apunta al estímulo visual para aumentar la adrenalina de los espectadores.
Sin embargo, hay que reconocer que Bolt es una buena película, cuya digna trama corre como fábula moralizadora, con excelente definición de personajes, escrupuloso planteamiento de situaciones, inteligencia en los diálogos y acertado compás con el ritmo.
Lo que sí sentimos –con la 3D– es que, como espectadores, perdemos capacidad de decisión: otros eligen por nosotros qué de la imagen total se debe destacar y qué se pasa a segundo y hasta tercer plano, además de la pérdida importante del fondo (o sea, el decorado se pierde como glosa plástica).
El escritor Paul Schrader dijo alguna vez: “El cine se acaba; pronto será solo historia”. Está por verse, porque el cine busca reiventarse. Aparte queda el cine/arte o alternativo, mal llamado “culto”, al cual no le interesa la 3D, sino el rigor conceptual y el estético. Esta es otra historia.
ayy qué ignorante me siento. A mí me encantó la animación de Bolt, me gustó mucho el hamster loco! pero adoré a las PALOMAS! es lo qué mas gracia me hizo.
La película me hizo reir y pasar un buen rato. Debe ser que hacia unos pocos días vi Madagascar que resultó ser una pérdida total de tiempo y dinero. ASí que, cuando fui a ver Bolt no tenía muchas esperanzas, esas películas no me gustan mucho, pero al verla me sorprendió gratamente. jeje
Me gusta el blog
saludos
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