Noches de Tormenta (Nights in Rodanthe)

Esta película es tan desarticulada como quijada de boxeador novato, no se sostiene para nada. Es cursi al igual que un niño de preescolar que intenta a través de sus golpes decir: te quiero, a una compañerita. Burda y sin nada que a portar a este género.
Es lenta, un caracol se sentiría honrado por el ritmo que tiene. Las actuaciones de Richard Gere y de Diane Lane son raquíticas y pobres, les faltó mucha profundidad, y no estuvieron a la altura de sus currículos.
La historia es simple, repetida mil veces en otras pero, en estas últimas, con mayor calidad y desarrollo así como con mayor profundidad emocional. El desempeño de los personajes es superficial, parecía como que su preparación antes de interpretarlos fue de ver novelas baratas gringas por televisión. Encontré la cinta, a mi parecer, tan empalagosa como un pastel de leche condensada con miel y doble capa de azucar moreno, pero sin suficiente carga emocional o romántica verdadera como para digerirla bien. Pusieron todos los elementos, como si de sopa fuera, típicos y repetidos para hacer una película, a su criterio, romántica pero lo que consiguieron fue una quimera horrorosa sin nada interesante a rescatar.
Es cierto que hay una tormenta y lluvia, pero de improperios hacia los productores de la cinta. Cabe rescatar la banda sonora, hermosamente escogida con buen blues, y la casa en el mar esta diseñada muy interesante, aunque desde el punto de vista de ingeniería, según me contaron, una casa a la orilla del mar como esa y supuestamente tan vieja, es imposible que durara un par de lluvias.
Le pongo 1 Chompipe. Vi más de una pareja donde una de sus partes estaba profundamente dormida, los ronquidos no me dejaban poner atención.