Esta cinta nos muestra una realidad cruel, pocos se atreven a exponerla como se debe, pero el director Darren Aronofsky tuvo el coraje de presentarla sin anestesia: Puedes amar lo que haces, puedes disfrutar lo que haces, puedes sentirte pleno con lo que haces, mas, eso no te asegura la felicidad al final. Algunas veces hay que saber decir: es suficiente.
Es cine artesanal, con cámara en mano y sin mayores trucos, típico de la obra de este cineasta, el montaje es estricto pero bien hecho, puntual.
La exploración de una parte de la naturaleza humana es conmovedora, nuestro derecho a la autodestrucción progresiva, ese tránsito por el valle de lágrimas vistiendo lentes que nos manifiestan solo ríos de miel. Es impresionante ver al personaje interpretado por Mickey Rourke y sentirnos tan profundamente identificados con su deseo de autorrealización y de búsqueda de sentido, para caer en cuenta que nunca lo perdió, y que sin embargo, es un hombre vacio.
El luchador, es metáfora, es poesía sobre la vida, es entender la belleza del día a día, y de continuar la pelea sin claudicar. Este largometraje nos devela que siempre, y sin importar lo que ocurra, la vida nos da la oportunidad de volver a empezar, y que somos, sin importar, dueños y amos de nuestro propio destino, de nuestra propia destrucción.
Es cine con un mensaje fuerte, no apta para personalidades depresivas o con tendencias suicidas, pues el monologo interno que genera es sumamente triste, una carta abierta al abandono de la esperanza. Pero, aunque no lo parece, esa paradoja es la esperanza, la construcción de nuestra propia vida por nosotros mismo, y decidir como morir o vivir, morir por lo único que te hace pleno y vivir por eso hasta la muerte.
Marisa Tomei me sorprendió, con una actuación impecable y con un cuerpazo de gourmet, me encantó, y me conmovió.
Gran cinta, sumamente sensible y muy humana, dura de ver, pero especialmente sumamente difícil de aceptar.
Le pongo 1 Chompipe. Es reveladora.
Es cine artesanal, con cámara en mano y sin mayores trucos, típico de la obra de este cineasta, el montaje es estricto pero bien hecho, puntual.
La exploración de una parte de la naturaleza humana es conmovedora, nuestro derecho a la autodestrucción progresiva, ese tránsito por el valle de lágrimas vistiendo lentes que nos manifiestan solo ríos de miel. Es impresionante ver al personaje interpretado por Mickey Rourke y sentirnos tan profundamente identificados con su deseo de autorrealización y de búsqueda de sentido, para caer en cuenta que nunca lo perdió, y que sin embargo, es un hombre vacio.
El luchador, es metáfora, es poesía sobre la vida, es entender la belleza del día a día, y de continuar la pelea sin claudicar. Este largometraje nos devela que siempre, y sin importar lo que ocurra, la vida nos da la oportunidad de volver a empezar, y que somos, sin importar, dueños y amos de nuestro propio destino, de nuestra propia destrucción.
Es cine con un mensaje fuerte, no apta para personalidades depresivas o con tendencias suicidas, pues el monologo interno que genera es sumamente triste, una carta abierta al abandono de la esperanza. Pero, aunque no lo parece, esa paradoja es la esperanza, la construcción de nuestra propia vida por nosotros mismo, y decidir como morir o vivir, morir por lo único que te hace pleno y vivir por eso hasta la muerte.
Marisa Tomei me sorprendió, con una actuación impecable y con un cuerpazo de gourmet, me encantó, y me conmovió.
Gran cinta, sumamente sensible y muy humana, dura de ver, pero especialmente sumamente difícil de aceptar.
Le pongo 1 Chompipe. Es reveladora.
5 comentarios:
La voy a ver entonces :D
Un abrazo!!!
Pasate a comentar en mi ultima critica amigo! Te espero...
Saludos cordiales!
PM
Si el cine es –básicamente– representación y narración, decir que una película sostiene su calidad con buenas actuaciones y con su magia al contar una historia, esto es una perogrullada. Mas, en el caso de la película El luchador (2008), es nuestro mecanismo para insistir en los pilares de este extraordinario y vehemente drama.
El luchador lleva el sello de su director Darren Aronofsky, de quien ya hemos visto títulos sobresalientes como Pi (1998) y, sobre todo, Réquiem por un sueño (2000).
Hoy, El luchador se mueve por la acción de la fuerza vital de su personaje, presente en todos los acontecimientos que hilan el relato, donde el actor Mickey Rourke se llena de fuerza dramática, no solo para hacernos creíble su personaje, sino para meterlo bien adentro de nuestras sensaciones y emociones.
Se trata de la historia de una agonía, la de un tipo de esplendoroso pasado en la lucha libre (en su expresión más enfermiza). Se trata de Randy Robinson, El Carnero , quien ve cómo su sitial se viene abajo. Dicha caída también es un proceso degradante en él.
Este relato cinematográfico comporta aquella expresión de Georg Luckács al definir un texto literario: “Es la historia donde un sujeto degradado –en un mundo degradado– localiza el problema medular y provoca una ruptura con ese contexto”. Esa ruptura es la que aquí no podemos reseñar, pero le da el carácter inevitable de tragedia a esta buena película.
Como decía Octavio Paz: “En un callejón sin salida, la única salida es el callejón”, y el director Darren Aronofsky nos da una atmósfera que corresponde con exactitud a los acontecimientos vividos por el personaje. Es una puesta en imágenes estupenda, con un admirable manejo del lenguaje cinematográfico (entendido este como glosa artística y plástica del relato).
Con el apoyo duro y sentido de actrices secundarias como Marisa Tomei y Evan Rachel Wood, este es cine con criterio, coherente y privilegiador de la autenticidad.
tu critica hizo que me dieran ganas de verla...
Poderosa mae!!
Yo la vi antes de los Oscar y sigo creyendo que Mickey lo merecia sobradamente, la verdad me gusto la forma que describiste esta obra de arte, porque es lo que esta película, una pieza de colección que todo aquel que se diga amante del buen cine no puede dejar pasar.
Gracias Chamu por el recordatorio de que ya esta en cines ticos, vale la pena verla de nuevo, garantizado...
pd. La canción de Bruce Springsteen para la película sigue siendo una de las mejores que he escuchado en este año...
"Have you ever seen a one trick pony in the field so happy and free?
If you've ever seen a one trick pony then you've seen me
Have you ever seen a one-legged dog making its way down the street?
If you've ever seen a one-legged dog then you've seen me"
Capto la esencia de la película de una manera increible. Saludos compa, feliz semana!
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