¿Hacemos una porno? (Zack and Miri Make a Porno)

El director de culto Kevin Smith siguiendo su muy peculiar lenguaje cinematográfico que ha mantenido desde la cinta Clerks de 1994 nos trae esta simpática comedia. Un par de amigos de toda la vida, que viven juntos desde que han tenido permiso de hacerlo, sin cruzar la barrera sexual, han caído en el fondo del abismo económico, sus deudas rebasan el punto de no retorno para tomar medidas racionales; estando en este embrollo deciden que la forma más rápida de hacer dinero es produciendo una película pornográfica, en la cual ellos serian las estrellas.
Como ven, la historia es a lo típico de Smith como guionista y director, son esas historias donde los protagonistas son los llamados “perros beta”, aquellos marginados sociales que no son físicamente atractivos, no poseen mayor coeficiente intelectual y que son la promesa de cualquier interesado en el cliché del perdedor promedio, son esas actuaciones que todos adoramos por sentirnos identificados con alguna de ellas. La historia es simple, sabemos cómo va a terminar desde las primeras tomas, pero bien entendemos que es un cine para poner a descansar las neuronas.
El humor es tonto pero eficaz, cae en ridiculeces pero trata de ser desenfadado y se denota la firma impresa por Smith que le da forma a todos sus trabajos, es decir, siempre haciendo referencia a Star Wars, a música de los 80’s, participan actores “famosos” del mundillo de la pornografía en sus múltiples facetas y alguna que otra promesa de expresiones adolecentes. Otro dato interesante es el recurso de usar algunos de los actores que lo han acompañado a lo largo de sus producciones como es el caso del actor Jason Mewes conocido por ser la contraparte de Smith, el famoso “Jay” que siempre acompaña al Silencioso Bob (Smith).
La crítica más fuerte que le puedo hacer a esta película, aparte de lo obvio, guión, escenografía, edición, montaje y otras, recordemos que es una película de “bajo presupuesto” que no busca atraer masas sino a los seguidores de Smith quién tiene un peculiar “gusto” por hacer las cosas, es que la cinta amedrenta la idea de que hombres y mujeres puedan ser amigos sin llegar a “ser algo más”, el cine de Hollywood no maneja la noción de la simple amistad entre los sexos sin tener que involucrar el romance, es casi un tabú hablar de que entre hombres y mujeres puede existir simple, plana y duradera amistad.
Ciertamente, las cintas de “autor”, sea este el caso por la inusual forma de trabajar de este director, tienen presencia entre un grupo de personas, notan los detalles y los aman, haciendo de estos trabajo de “culto”.
Le pongo 3 Chompipes, reí bastante con las estupideces planteadas, pero no es como, para mí el mejor trabajo de Smith, Chasing Amy