El poder es un asunto filosófico cuando se plantea dentro un espectro más allá de lo que como humanos podemos manejar. Este es el tema principal de la película: El Poder.
El poder de control, de información, es el ajedrez planteado en esta cinta. Se estructura la cuestión sobre quien tiene ese poder, un tema varias veces tocado en las películas pero que extrañamente en medio de conflictos armados particulares vuelve a salir a relucir.
La temática es interesante, al principio la intriga te atrapa, pero tras varios minutos la cosa se vuelve en absurdo tras absurdo, incluso con la explicación que se le da el porqué de las cosas raras que ocurren no deja de ser absurdo muchos de los detalles, exagerados dirán otros.
Lo que sí es cierto es el manejo del tema mas allá de lo que plantea la película, quién tiene el poder, es una cuestión que ha intrigado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, algunos se lo atribuyen desde sectas, grupos clandestinos, religiones, extraterrestres y hasta inteligencia artificial, pero algo que nos dejo como enseñanza el 11 de setiembre y la destrucción del World trade Center es que nadie sabe ni nadie controla nada. El poder, y el manejo del mismo es un miedo constante y esta película lo maneja de forma bastante interesante, pero, si vemos la película ´2001´ del genial Kubrick sabrán que el tema de una entidad fuera de control ya ha sido tocada de forma magistral en otras ocasiones. El actor Shia LaBeouf es aun bastate joven, pero le sientan bien los dramas y si se esfuerza podria llegar bastante lejos, por su parte, la actriz Michelle Monaghan la compañera de desventuras de Shia, esta bastante raquitica y el pobre Billy Bob Thornton se veia fatal.
Le pongo 2 Chompipes, se deja ver, algo exagerada y absurda a ratos, pero pudo estar peor, las actuaciones pudieron ser mejores pero bueno, peor es nada.
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2 comentarios:
Una historia ideada por Steven Spielberg dio lugar para que un grupo de guionistas escribiera el libreto justo de una película de acción. De la idea de Spielberg se pasó al argumento de Dan McDermott y, de aquí, al guion de John Glenn, Travis Adam Wright, Hillary Seitz y el propio Dan McDermott.
Hablamos del filme "Control total" (2008), dirigido por D.J. Caruso, relato interesante con buen envoltorio formal, cuyas emociones no vienen del drama de los personajes, sino de las persecuciones, balaceras, trompadas, destrozos y demás algarabía tecnológica, suficiente para manipular las emociones.
De esa manera, se pierde el vitalismo del tema, pero no la vitalidad de las imágenes de choque, donde el personaje principal es una computadora capaz de encargarse de la defensa nacional y de la pureza política en Estados Unidos. En un momento dado, este cerebro ordena que no se dispare contra un objetivo civil en Afganistán.
Aria, que así se llama esta suma inteligencia, es desobedecida por los militares y por el propio presidente estadounidense: los civiles mueren y ello genera reacciones en el mundo con muertes de ciudadanos estadounidenses. Es cuando el ordenador decide que la seguridad nacional ha sido puesta en peligro por sus propios gobernantes y que estos deben ser eliminados.
Para cumplir con su complot, Aria se vale de dos personas distintas; son Jerry Shaw y Rachel Holloman, con buenas actuaciones de Shia LaBeouf y Michelle Monaghan, respectivamente, convincentes ambos. El triángulo lo completa muy bien el actor Billy Bob Thornton, como el policía capaz de entender que entre tanta febrilidad nada es lo que parece y que la verdad está tras las apariencias.
Es una lástima que un argumento interesante, crítico y audaz se pierda en la holgura de medios técnicos para un filme de acción convencional y efectista, de ajustada y bulliciosa banda sonora, de planos vertiginosos y barridos sin reposo de la cámara. En esa caligrafía, se pierde la firma personal propia del autor. Lástima.
El asunto del poder, que plantea Chamu, es válido como lectura del filme, aunque no creo que esa sea la matriz semántica de la película.
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