miércoles, 28 de enero de 2009

Revolutionary Road ( Solo un Sueño)

La felicidad es una locura que nos negamos a vivir… Para mí, es la premisa de esta película, pero va más allá. El principio de autorrealización es complejo y varía en cada persona, muchos no sabemos la ruta a seguir para encontrarnos con la felicidad. Para otros, la felicidad es seguir normas socialmente aceptables y muy pocos apuestan a favor de algo diferente en esta eterna busqueda.
Todo esto genera un aura, a manera de coraza, de puras mentiras, que al igual que drogas solo amortiguan la angustia que genera enfrentar la realidad.
En síntesis, el tema de esta cinta es profundo y lleno de realidad. Es retrato de la peor de las pesadillas en la fantasía capitalista.
Actuaciones sobresalientes, Kate Winslet es grandiosa, fuerte y llena de sensibilidad, por su parte, Leonardo DiCaprio da un gran trabajo histriónico y está muy a la altura de su compañera, pero su rostro de "niño bueno" no cuaja con todo el entorno dramático de algunas escenas restando credibilidad y más bien hasta cómico se ve.
Me llamó la atención que todos los actores y en cada una de las escenas parecían chimeneas viejas, todos fumaban como putas ansiosas, cada escena un cigarro, pienso que podía significar el escape momentáneo de esa realidad que no deseaban admitir o simplemente que alguna tabacalera pago parte de la cinta… creo más bien que fue la segunda opción.
Es sensible y puede que su mensaje vaya directo al sentimiento de algunas personas que atraviesen diversas etapas en su vida, el más loco, literalmente, de los personajes, el menos comprendido y más rechazado, es el que más claramente veía la realidad y la vida, podría decirse que era el más feliz, aunque todos le recordaban a cada momento lo infeliz que debería ser solo por ser diferente.
Me gustó mucho, y por esto, le pongo 2 Chompipes. Es algo lenta a ratos, y el final me pareció algo trillado, pero pasa, y la recomiendo a ver a las parejas de más de cuatro años de casados...

Revolutionary Road ( Solo un Sueño)SocialTwist Tell-a-Friend

5 comentarios:

wílliam venegas segura dijo...

La tragedia de amar: sintaxis intensa

Wílliam Venegas | wvenegas@nacion.com

He aquí una película que se autentica como drama exhaustivo y denso, cuyo título en inglés ( Revolutionary Road ) sea –tal vez– menos significativo que el manifestado en español: Solo un sueño (2008). El guion es de Justin Haythe, basado en la novela del mismo nombre de Richard Yates.
La dirección magistral es del británico Sam Mendes, quien ha dado pruebas fehacientes de su gran talento como realizador en largometrajes como: Belleza americana (1999), Camino a la perdición (2002) y Jarhead (2005).
Esta vez, Mendes retoma el camino sugerido de manera sarcástica en Belleza americana y se adentra en un mundo semejante de frustraciones. Amor y odio comparten el mismo rostro de la vida en pareja y, con gran arquitectura cinematográfica, con escalpelo, se nos muestra un drama que solo puede llegar a donde llega: a la tragedia.
En todo momento, el filme se muestra acogotante y pulido con su sintaxis visual, porque siempre privilegia la búsqueda de la autenticidad dramática sobre la construcción del efecto sentimentalón. Sam Mendes convierte su relato en un viaje constante al fondo de la verdadera identidad humana.
Para ello, como un privilegio, este director cuenta con el enorme respaldo histriónico de Kate Winslet (esposa de Mendes en la vida real), actriz en estado de gracia, inolvidable, intensa, apasionada y que nos hace olvidar lo actoral de su trabajo: ella es su personaje.
Con semejante pasión le corresponde Leonardo di Caprio, aunque cuesta tragarse su rostro de niño grande. En ciertas secuencias inolvidables, el “ tú a tú” de esta gran pareja actoral es tan fascinante como aplastante. Con dichos histriones, el filme materializa –con convicción– ese período humano que el poeta francés Rimbaud llamó saison en enfer (época en infierno), concepto específicamente aplicado aquí a la vivencia común en pareja: es filme de tesis.
En este drama estamos ante un proceso de degradación de sus personajes y este es su meollo narrativo, donde quedan lágrimas para las desdichas –como decía el poeta Virgilio–, pero no hay sitio para el melodrama sin tragedia interior.
La película se redondea con arte por el magnífico empleo de los signos cinematográficos: guion, música, fotografía, montaje, ritmo y cálculo de tiempos... con densidad.
La fuerza de los diálogos es vehemente, dan tensión y pasión a los momentos claves del relato. No se pierdan este filme, ejemplo de fluidez, que arriesga sin olvidarse del público, sin caer en la obra de autoconsumo. Solo un sueño es largometraje que identifica a un gran cineasta: Sam Mendes.

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Como dijo un amigo mio: es Titanic 2 jajajajaaj

Antonio Chamu dijo...

Jajajajajaja.... mas bien, lo que hubiera pasado si el mae de Titanic no se hubiera muerto y hubiese quedado con Kate... jejejejejejejeje

@lasnibat dijo...

Publicado en http://cinelasnibat.blogspot.com

El mismo elenco de "Titanic" figura poco a poco. Kate Winslet se muestra en pantalla para que Leonardo DiCaprio implante su talento en el siguiente plano. Y no sólo son ellos los representantes que emergen al comienzo de la película, ya que Kathy Bates - también representante del film que muestra la tragedia de 1912 - se muestra ejecutando un rol similar al de "Titanic" en los primeros cinco minutos para luego cumplir un papel que funciona como clip en el resto de la cinta. Y es quizá la época en que se desarrolla la trama - aunque sean cuarenta años después del hundimiento - lo que hace recordar aún más la película de James Cameron, pero a medida que transcurren los minutos "Sólo un sueño" se convierte en una película mucho más potente, poseedora de un lenguaje cinematográfico superior y con una característica que eleva al film por encima de muchas otras películas de la historia.

Esta característica es sin duda la actuación de sus protagónicos. La madurez de Winslet y DiCaprio se hacen notar desde el comienzo, cuando emiten con fuerza los sentimientos de desesperación y congoja que los hacen explotar poco antes de que el título de la película se muestre como si nos presagiara lo que se viene. Con una facilidad abismante de posesión de personajes, la pareja de actores se roban la pantalla demostrando que hoy en día son parte de la elite de la actuación mundial. A pesar de que ninguno de los dos ha sido nominado a los próximos premios de la Academia por estas actuaciones - aunque Winslet de seguro lo ganará por "The Reader" - , no es de preocuparse ya que estos premios cada vez tienen menos valor a nivel mundial. De hecho, estos dos jóvenes actores no son los únicos que embelesan al público con su trabajo, ya que en general el elenco entero cumple una labor digna de aplaudir de pie siendo incluso reconocidos en su totalidad por el Palm Springs International Film Festival como el Mejor Elenco para una película del 2008.

Por otra parte el director Sam Mendes junto a su editor Tariq Anwar - que trabajó con Mendes en la ganadora del Oscar "Belleza Americana" - realizan un trabajo notable por el dinamismo que le impregnan a la obra a pesar de tocar un tema tan delicado como el mostrado y en el cual la línea argumental del guión respeta los tiempos de forma colosal. Con cortes precisos que cambian de escena como si fuera un juego lúdico, el desarrollo baila por una pista que cada vez se hace más resbaladiza para que el espectador no tenga tropiezo alguno y sea arrastrado al final. Si bien la película por momentos pierde el ritmo armónico tornándose un poco lenta, la cinta logra volver a su ritmo original en el momento preciso en que el espectador hace el ademán de distraerse. Con un trabajo que resalta también en fotografía - en donde se debe aplaudir también a Roger Deakins el cual ha cumplido la misma labor en "A Beautiful Mind" o la última ganadora del Oscar "No Country for Old Men" -, "Sólo un sueño" muestra de manera sutil los instantes de emoción que perciben los personajes y que se compenetran con su alrededor. Los pasajes de monotonía, de ser parte del rebaño masivo en que la sociedad nos maquiniza, se contraponen con los pasajes de felicidad en el cual los personajes se logran escabullir de la máquina y se sienten seres verdaderos, libres y con personalidad única.

Esta es una cinta en que nos deja mucho para pensar. No es de esas típicas películas que pasarán por nuestros ojos y que su trama no descansará en nuestra memoria. Su trama da para pensar. Para reflexionar en cómo los más locos a veces tienen la razón, en cómo el dinero puede acabar con nuestros propios sueños, en cómo nos podemos arrepentir de nuestros actos y en cómo la vida a veces se vuelve tan apagada que para algunos ya no vale la pena vivir. El amor se cosecha del mismo modo en que se siembra dicen algunos por ahí y en esta película se refleja de gran forma, como a su vez el hecho de cumplir los sueños a toda costa y escapar del sistema en que vivimos. La monotonía no vale la pena. No es bueno vivirla, sentirla, verla, ni siquiera escucharla. O sino pregúntenle al señor Givings que en un gran final de "Sólo un sueño" nos deja en claro su determinación.

SalU2
T.

Anónimo dijo...

Mendes es un director aceptable, pero truculento, como lo demsotró en "Belleza americana". Esta pelíucla es un acercameinto a la misma temática, y está mejor lograda, sin lo pretenciosa que fue su primera película.

El asunto de los cigarros (más allá del patrocinio de tabacaleras) es un excelente detalle de época: son los años cincuentas, la moral es diferente. "Los hombres no deben ser mantenidos y se puede fumar donde sea, hasta en los salones de clase." Es reflejo de una cultura patriarcal e hipócrita.